El inicio de la impresión en tercera dimensión(3D) se remonta a 1976, cuando Chuck Hall inventó la impresora de inyección de tinta. En 1984, algunas adaptaciones y avances sobre el concepto de la inyección de tinta transformaron esta tecnología de tinta a impresión con materiales plásticos.
A lo largo de las últimas décadas, a través de varias industrias se han desarrollado una gran variedad de aplicaciones con tecnología de impresión en tercera dimensión. Una impresora 3D produce un modelo físico a partir de un diseño virtual creado en una computadora. Éste puede grabarse por medio de la impresora 3D y obtener un producto físico.
¿Cómo funcionan las impresoras 3D?
Al imprimir un objeto de tres dimensiones se construye una adición de capas hasta conseguir el objeto deseado. Primero dibuja en papel el objeto a imprimirse. Después se lo hace con un programa de diseño en la computadora para luego separarlas en capas de tres dimensiones.
Actualmente en el mercado existen dos tipos de impresoras 3D:
Adición:
Donde se añade el material a imprimir por capas; también se llaman “de inyección de polímeros”.
Compactación:
Aquí la masa de polvo se junta por capas. Esta a su vez se clasifica en 2 tipos, tinta y láser. La primera aglomera el polvo para que sea compacto y esa tinta puede ser de diferentes colores para la impresión. La segunda le da energía al polvo haciendo que este se polimeriza. Luego se sumerge en un líquido para solidificarse.
Una impresora 3D permite crear objetos como:
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Utensilios domésticos:
Con esta tecnología se crearon abrebotellas, éstos ayudan a personas con dificultades para realizar movimientos que requieren la fuerza de las manos.
Guantes para lavar los platos con aplicaciones centralizadas para aumentar el agarre, ayudando a lavar áreas de dificultad y evitar el deslizamiento.
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Alimentos:
La empresa holandesa TNO desarrolló la primera impresora 3D de pasta fresca. Además de llevar un alimento de buena calidad a nuestros platos han conseguido hacerlo con formas únicas.
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Prótesis:
La reconocida empresa italiana Barilla, especializada en pasta, es un proyecto creado en 2012 a cargo de Nicolas Huchet. Tras años de trabajo consiguió crear una prótesis de mano mediante la fusión de múltiples tecnologías, entre ellas la impresión 3D. Esta prótesis de tecnología mioeléctrica permite tener 4 movimientos básicos de la mano.
El fabricante de soportes Mecuris ha desarrollado prótesis de piés impresos en 3D. El paciente puede personalizar fácilmente su prótesis utilizando la plataforma en línea del fabricante alemán y la obtiene en una semana.
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Órganos humanos:
La medicina está cada vez más cerca de crear órganos. La empresa Organovo de California, Estados Unidos, logró imprimir capas de un hígado. Actualmente los científicos ya utilizan las máquinas para imprimir tiras diminutas de tejido de órganos.
El gobierno de Estados Unidos ha financiado un proyecto “cuerpo en un chip”para imprimir muestras de tejidos que imitan las funciones del corazón, hígado y pulmones. Estas muestras se colocan en un microchip conectado a un sustituto de sangre que permiten a los doctores hacer pruebas para tratamientos y monitorear su efectividad.
Para este año, la propia NASA enviará una de estas impresoras a la Estación Espacial Internacional. Estas servirán a los astronautas para fabricar piezas necesarias en el espacio con el fin de poner en evidencia la aplicación en la educación y en las ciencias.
La impresión en tercera dimensión es una opción prometedora para modificar el panorama de la fabricación de productos de todo tipo. La tecnología de la Bio-impresión,que promete la impresión de tejidos y órganos aún no es accesible. Se encuentra en una fase inicial.
Investigadores de diferentes universidades a nivel mundial, han colaborado para establecer una técnica que vuelve posible la vascularización a través de la impresión 3D y conseguir la impresión de algún órgano humano.