Un nuevo capítulo se abre en el mercado de las telecomunicaciones del Ecuador. Telefónica Hispam, matriz de la reconocida marca Movistar, ha confirmado la venta de su filial ecuatoriana a Millicom, grupo internacional que opera bajo la marca Tigo en América Latina. La operación ha sido valorada en 380 millones de dólares.
El anuncio oficial fue realizado en Madrid la noche del 13 de junio, donde Telefónica precisó que la transacción aún está sujeta a aprobaciones regulatorias en Ecuador. La empresa adquiriente, Millicom, tiene su sede principal en Luxemburgo, cotiza en la Bolsa de Nueva York y ya cuenta con presencia consolidada en países como Bolivia, Colombia, Costa Rica y Honduras.
Este movimiento se inscribe dentro de la estrategia regional de Telefónica, orientada a concentrar esfuerzos en mercados clave y optimizar su presencia internacional. En los últimos años, el grupo español ha concretado su salida de varios países de Hispanoamérica, entre ellos Argentina, Perú, Guatemala y El Salvador.
En el caso de Ecuador, Telefónica venía operando con las marcas Movistar y Tuenti, posicionándose como el segundo mayor proveedor de telefonía móvil en el país. A marzo de 2025, su participación de mercado alcanzaba aproximadamente el 28%, con una base cercana a los cinco millones de usuarios activos.
Sin embargo, uno de los puntos críticos que ha rodeado a la operación local ha sido la renegociación del contrato de concesión con el Estado ecuatoriano. Este proceso, iniciado formalmente en diciembre de 2022, ha experimentado múltiples prórrogas —siete en total— y continúa sin resolución definitiva. La extensión vigente vence en julio de 2025, lo que genera incertidumbre sobre el marco regulatorio que heredará Millicom.
El ingreso de Tigo al mercado ecuatoriano también se da en un contexto de mayor presión estatal sobre las operadoras móviles. Con la reciente entrada en vigor de la Ley de Inteligencia, las compañías del sector estarán obligadas a facilitar información sobre sus clientes cuando así lo requieran las autoridades, algo que podría modificar las dinámicas de privacidad y seguridad de los usuarios.
Con esta venta, Telefónica da un paso más en su repliegue estratégico de América Latina, mientras que Millicom amplía su huella en la región con una apuesta fuerte por el mercado ecuatoriano. Ahora, el reto será integrar sin contratiempos esta nueva operación y mantener la calidad del servicio para millones de clientes que, por años, han confiado en el sello Movistar.
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De BellSouth a Movistar… y pronto Tigo: los cambios de marca que han acompañado a los usuarios móviles en Ecuador
Para millones de ecuatorianos, el teléfono celular ha sido un compañero inseparable durante las últimas tres décadas. Sin embargo, muchos no se han detenido a pensar que, a lo largo de este tiempo, el nombre del operador que aparece en la esquina superior de sus pantallas ha cambiado más de una vez. Lo que empezó siendo BellSouth se transformó en Movistar, y todo apunta a que pronto adoptará un nuevo nombre: Tigo.
El reciente anuncio de la venta de Movistar Ecuador por parte de Telefónica Hispam a la multinacional Millicom, por 380 millones de dólares, ha abierto la puerta a una nueva etapa en el ecosistema de telecomunicaciones del país. Y con ella, un nuevo cambio de identidad que los usuarios deberán asimilar.
De los 90 a la actualidad: una historia de transiciones
El viaje comenzó en 1993, cuando la empresa Otecel S.A. —más conocida como BellSouth Ecuador— lanzó sus servicios móviles con tecnología CDMA. En aquel entonces, tener un celular era un lujo y las llamadas se cobraban por minuto. BellSouth logró una importante penetración de mercado durante más de una década, consolidándose como uno de los actores principales en el país.
Pero en 2005, el panorama cambió. Telefónica, el gigante español de las telecomunicaciones, adquirió la operación de BellSouth en Ecuador como parte de un proceso de expansión regional. Con esa compra llegó el primer gran rebranding: Movistar se convirtió en la nueva marca con la que los ecuatorianos empezaron a familiarizarse. En pocos meses, las tarjetas prepago, los centros de atención y hasta la señal de red adoptaron la nueva identidad.
Más adelante, en 2015, Telefónica introdujo Tuenti, una segunda marca orientada a un público joven, 100% digital, con un enfoque en redes sociales y datos móviles. Aunque Tuenti operó como una OMV (operadora móvil virtual) dentro de la infraestructura de Movistar, ofreció una alternativa fresca con tarifas más accesibles. No obstante, su impacto fue limitado y nunca llegó a desplazar el reconocimiento de marca que tenía Movistar.
El nuevo capítulo: la llegada de Tigo
El 13 de junio de 2025, Telefónica anunció oficialmente la venta de su operación en Ecuador a Millicom, la empresa de telecomunicaciones con sede en Luxemburgo que ya opera en varios países de la región bajo la marca Tigo. Con esta compra, Millicom suma un nuevo mercado a su portafolio y se posiciona para competir directamente en Ecuador.
Aunque todavía se espera la aprobación regulatoria para concretar la transacción, todo apunta a que Movistar cambiará de nombre y comenzará a operar bajo el paraguas de Tigo. De confirmarse este escenario, los usuarios ecuatorianos volverán a vivir un cambio de identidad de marca, el tercero en menos de 30 años.
A marzo de 2025, Movistar —aún bajo administración de Telefónica— mantenía cerca de 5 millones de clientes y una participación de mercado del 28 %, posicionándose como el segundo operador del país. Esta base de usuarios será heredada por Millicom, quien deberá enfrentar el desafío de mantener la fidelidad del cliente mientras realiza una transición de marca sin fricciones.
Línea de tiempo resumida
Año | Marca / Operadora | Hecho relevante |
---|---|---|
1993 | OTECEL / BellSouth | Lanzamiento inicial con red CDMA. |
2005 | Movistar | Telefónica adquiere y rebrandea BellSouth. |
2015 | Tuenti | Llega como OMV juvenil sobre red Movistar. |
2025 | Tigo | Millicom compra Movistar Ecuador; se espera el cambio de marca. |
Una transición con varios pendientes
La operación de compraventa también llega en un momento complejo. Telefónica Ecuador, cuyo nombre legal es Otecel S.A., aún no ha logrado cerrar la renovación de su concesión de espectro con el Estado ecuatoriano. Este proceso lleva más de dos años de negociaciones, con múltiples prórrogas. La más reciente vence en julio de 2025.
Además, la reciente entrada en vigencia de la Ley de Inteligencia plantea nuevos desafíos para las operadoras, al obligarlas a compartir datos de sus usuarios con entidades estatales bajo ciertos parámetros legales. Este contexto exige una adaptación no solo operativa, sino también ética y comunicacional por parte de los nuevos administradores.
Lo que significa para el usuario
Para el cliente final, el cambio de marca puede parecer solo un nuevo nombre o logotipo. Pero detrás de ese ajuste visual hay implicaciones importantes: desde la actualización de apps y canales de atención, hasta nuevas políticas de servicio, promociones y formas de fidelización.
Si bien Millicom ha mantenido una reputación sólida en mercados como Colombia, Bolivia y Paraguay, aún queda por ver cómo manejará el aterrizaje en Ecuador. Su experiencia regional con Tigo puede facilitar una implementación fluida, pero la clave estará en cómo comunique los cambios a los usuarios y qué beneficios concretos ofrecerá en el corto plazo.
Un patrón que se repite
El caso de Movistar no es aislado. El mercado ecuatoriano ha sido testigo de varios procesos similares, donde marcas desaparecen o se transforman debido a fusiones, adquisiciones o estrategias globales. Lo que para una empresa es una decisión corporativa, para el usuario representa un nuevo ajuste: cambiar de SIM, adaptarse a otra app o simplemente aprender a confiar en un nombre nuevo.
Ahora, con la llegada de Tigo, los usuarios de Movistar vivirán —una vez más— un proceso de transición. Y si algo ha demostrado esta historia de cambios, es que la tecnología evoluciona, pero la necesidad de una conexión confiable y cercana permanece intacta.