Si tu vida profesional requiere estar de forma constante muy cerca de un computador, la comodidad será una de tus principales preocupaciones a la hora de trabajar junto a él.
A pesar de que en el mercado existen múltiples opciones de confort, hoy nos concentraremos específicamente en aquella dedicada al periférico de entrada más utilizado, “el teclado”.
Desde su invención a principios del siglo XVIII el teclado ha sido una herramienta que casi no ha sufrido cambios hasta el día de hoy. Mantiene su forma nativa y disposición de teclas en cuanto a su forma, ubicación y aspecto.
La gran interrogante que contestar en este artículo será descubrir ¿Qué tipo de teclado es mejor?, acaso un teclado de membrana o un teclado mecánico. Primero definamos los conceptos.
Un teclado de membrana es el más común encontrar en los computadores actuales. Su característica principal es la falta de profundidad de sus teclas y la suavidad al tacto debido a sus componentes cien por ciento electrónicos.
Un teclado mecánico a diferencia de su hermano electrónico o de membrana, combina la tecnología con la forma clásica de presión en sus teclas. Comúnmente la propiedad más destacada es el sonido que emiten, que en cierta forma nos transporta en el tiempo cuando escuchábamos las viejas máquinas de escribir.
Ahora, ¿Cuál es la mejor opción para nosotros?
Luego de realizar una breve encuesta en el segmento de redactores creativos, periodistas y escritores, obtuvimos respuestas dividas en cuanto a la elección del mejor teclado. No existió una clara diferencia, pero si encontramos distintas experiencias.
Algunos de ellos comentaron la preferencia de un teclado silencioso que ayuda mucho a la hora de obtener concentración cuando se escribe. Otros por su parte, especificaron que prefieren la precisión de las teclas mecánicas ya que emiten una sensación de fuerza y seguridad al escribir.
Otro factor que considerar es el tamaño de tus dedos. Existe una brecha diferencial de espacios entre las teclas de un teclado y otro.
Visualmente un teclado mecánico respeta un poco más la distancia, mientras que un teclado de membrana siembre busca compactar su tamaño.
Por otro lado, existe un nuevo tipo de teclado que empieza a desplazar estas 2 únicas opciones latentes hasta principios del año 2000. Nos referimos claro está, a los teclados táctiles o virtuales, pero no vamos a profundizar por ahora en ellos.
Para la redacción de este artículo, estoy utilizando un teclado mecánico. La sensación de seguridad en al presionar cada tecla ratifica lo dicho por las personas encuestadas.
El “taca taca” de sus teclas me conforta y creo que da un mejor grado de concentración a diferencia de lo expuesto en la misma encuesta. Esto puede definir que el mejor teclado puede ser diferente para cada individuo.
Tecnológicamente, un teclado mecánico puede sacar un poco de ventaja debido al tipo de componentes que utiliza ya que presenta menos latencia y errores de contacto con los circuitos internos.
Un teclado electrónico o de membrana es susceptible a verse afectado por cortos circuitos que dañen parcial o completamente el “FLEX” interno. Esto origina errores tipo dominó, es decir, un contacto daña al que sigue y así de forma consecuente.
El futuro de los teclados
La evolución es un sinónimo de crecimiento y ello afecta también al descubrimiento de nuevos inventos que descarten la continuidad de elementos utilizados hoy en día. Los teclados no son la excepción.
A ciencia cierta, no sabemos como escribiremos en el futuro, pero la tendencia en la reducción del trabajo común como la escritura a través de teclados se encuentra latente en la industria tecnológica.
La creación de la inteligencia artificial también ha sido un factor que considerar para el futuro. Por ejemplo, ahora se puede crear contenido sin tocar las teclas, simplemente mediante un dictado de voz a nuestros asistentes virtuales Siri, Alexa, Cortana y Google Assistant.
La visión del mercado es clara en cuanto al camino a seguir y puede acabar con una tradición de más de 300 años.